lunes, 27 de octubre de 2014

Corazón de piedra, Meseguer



¡Oiga!, por favor, cuando pueda,

y ya sé que no puede
escucharme
que perdí la voz,
pero si pudiera...
...fingir... que me escucha,
quisiera
pedirle que me vendiera
un nuevo corazón de piedra.
Lo quiero garantizado
que el último se me hizo carne,
al poco,
y se puso a bombear y me llenó de llanto
y me enamoré del llanto y de la carne,
y el llanto se hizo grito
y la carne, sangre
y la sangre la grité
y el grito me gastó
la voz
y me convertí en algo parecido a un pez
que trata de respirar fuera
del agua
y no lo consigue
y no muere
tampoco... si pudiera...
..fingir... que me ve,
se daría cuenta de lo que le hablo,
que el pez al descubrir esta agonía tan eterna
se acostumbra a morir
y a vivir sin sangre ni voz, por eso
necesito víscera de piedra
de la buena,
la quiero, toc, toc, certificada
contra la locura
y los poemas
y las injusticias
y los cambios climáticos, lluvias,
caudales excesivos,
ríos desbordados, despertar,
un coche que se estrellará
seguro... en cualquier curva de este sueño.



Nacho Meseguer

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